Por: Dra.
Maria Auxiliadora Colmenarez
Cumplimos 1 año y casi dos meses de estar confinados,
algunos en casa, otros trabajando a medio motor, La covid-19 ha ocasionado
grandes transformaciones en la vida de todos los seres humanos. Sin duda la
pandemia ha sido y sigue siendo una prueba para la humanidad, que que no ha respetado clases sociales ni
edades, Es pronto para hacer un balance de la situación, lo más complejo es
comprenderla mientras se transita. El
mundo vive el presente y el futuro
inmediato. Donde surgen muchas
interrogantes ¿Cómo describir nuestra
experiencia mientras nos encontramos en medio del desafío?, ¿cómo medir las
consecuencias de una realidad que, además, tiene la mirada puesta en la
añoranza del reencuentro con la “normalidad”?. Es decir la cotidianidad cambio,
sin duda hemos modificado la forma de
vivir de trabajar, estudiar, festejar, viajar incluso ¡Pero .donde se encuentra
la educación?.. que sabemos es un factor de progreso y desarrollo para los
pueblos, que permite acortar las brechas, que tiene como finalidad fundamental
el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto,
crítico y apto para vivir en una sociedad democrática justa y libre, basada en
la familia como célula fundamental .Hoy en términos de la pre y pos pandemia. Sin embargo,
quizá una idea disruptiva sería pensar, ¿qué hay en medio de este antes y
después? En el medio está este último año, en donde reconocemos panoramas
contrastantes que admiten matices. Por un lado, el acceso, el desarrollo de
competencias digitales, la posibilidad de conexión, las narrativas extendidas,
las arquitecturas digitales y la reconfiguración del espacio escolar y sus
dimensiones, aunque debo decir que acceso no es una condición de calidad,,
donde debemos ser creativos y tomar el tema de la educación, desde ya con mucha
atención. Donde es fundamental reconocer la falta de acceso, la brecha y el
analfabetismo digital, la desigualdad. La deserción que crece y el cansancio de
los docentes y estudiantes, además la familia, que han hecho hasta lo imposible
con los recursos que tienen.
Pero definamos ese #Quedatencasa encierra múltiples
significados, por un lado, la responsabilidad de cuidarnos y cuidar a los
demás, pero, en un contexto macro, significa la reconfiguración de nuestra vida
al extremo. Donde El confinamiento nos obligó a trasladar el trabajo a nuestra
casa, a dejar las aulas, a posponer la interacción social y la convivencia
natural con los compañeros y adultos; a migrar la escuela al espacio virtual y
personal de cada estudiante y docente en nuestro país. Y fueron desplazados por
pequeños espacios habitacionales, en donde los estudiantes atienden sus clases
y a sus docentes a través de una pantalla, correo electrónico o mensajes de
texto o wasap Nos obligó a modificar nuestros hábitos, a rediseñar la dinámica
familiar, a ver entre líneas las enormes grietas y desencuentros en nuestra
sociedad. Nos obligó, en una palabra, a tomar decisiones que impactan, para
bien y para mal, en la vida y el futuro de los estudiantes de nuestro país, en
cada una de sus etapas formativas. A un año de distancia, observo con
preocupación que existe una realidad contradictoria, heterogénea y desafiante
para la educación en nuestro país, no estamos ni cerca de resolver el problema,
las soluciones generales no aplican en contextos tan diversos. La educación es
un derecho universal que hoy está sujeto en términos de acceso y omisión. El
sistema educativo está tensionado, es urgente reflexionar críticamente sobre el
concepto de comunidad escolar, más allá de sus muros, más allá de los recursos
y del acceso, y repensar ¿cuál es el lugar que ocupa la escuela en la vida,
formación y aprendizaje de los estudiantes? Seamos claros, la realidad nos
alcanzó, dejemos de pensar en la añoranza de la escuela que cerró un año atrás
para pensar en prospectiva en la escuela que queremos construir. Ésta no es una
“pausa educativa”, es la posibilidad de consolidar un fortalecimiento profundo
de nuestras comunidades escolares.
Entonces tenemos desafíos...
en cuanto a la experiencia académica, virtual completa, alumnos, dispositivos
electrónicos, profesores, que asuman ese reto, la creatividad en diseños
funcionales, y una cultura basada en el aprendizaje tecnológico.
SISTEMA EDUCATIVO
La mayoría de las escuelas no están preparadas, para este
cambio, esto en término general y que
además nos permite reconocer que el
acceso desigual a internet es tan solo uno de los muchos problemas que enfrenta
nuestro sistema educativo a nivel global.
CAMBIO DEL APRENDIZAJE, DONDE ESTE DEBE SER MÁS FLEXIBLE
Universidades públicas y privadas, en pausa las clases
presenciales y los eventos académicos solo virtuales, conferencias lecturas en
líneas. Los que tenemos más tiempo trabajando con la educación a distancia
logramos hacer una movilización rápida, sin embargo, la cantidad de cosas que
teníamos que cambiar representó un gran trabajo. El cambio de la enseñanza a
distancia ha representado un reto mayor
a los docentes pues han tenido que adaptar sus clases a las nuevas tecnologías.
Los que estábamos inmersos en el cambio, nos ha ido mejor, y los que no, se han
enfrentado a una serie de problemas, donde el cambio les costó mucho a los
docentes, aunado con la inestabilidad en el servicio de Internet que pone en
aprietos a los profesores, estudiante y en general hay quien ha tenido que contratar dos
servicios, teniendo que hacer una serie
de adecuaciones. La incertidumbre en la que el mundo se encuentra hoy en día
nos ha obligado a hacer cambios radicales superar los retos de un cambio de
época, caracterizado por ser volátil, incierto, complejo, ambiguo y que
requiere habilidades y competencias excepcionales en nuestra educación, que de la noche a la mañana ha estado de emergencia mundial.
HACIA DONDE VAMOS, CUAL ES LA VÍA IDEAL. Ante esta nueva
realidad el reto está en adaptarse rápidamente hacia una nueva forma de
interacción (escuelas, profesores y alumnos) donde la enseñanza se envíe y se
reciba bajo dinámicas diferentes, a través de cursos más didácticos y que no
sólo implique estar observando una pantalla, que genera cansancio, agotamiento estrés,
entonces el reto es poder gestionar todos estos obstáculos, estar frente a una
pantalla de computadora por varias horas agota, tanto a los docente como a los
estudiantes; y por otro lado el contexto de estar encerrado, donde no tienes
interacción física, con tus amigos o con otras personas genera estrés ,
entonces es importante que las instituciones, profesores, entendamos y
concienticemos sobre esos aspectos.
ADAPTACIONES.
RELOJ si es
necesario reducir la hora a 30 minutos de enlace en vivo, el resto de las
clases con actividades asíncronas.
EVALUACIÓN .debe ser modificado, ser más acorde con la
situación y empático a las necesidades
del alumno sin sacrificar ni la calidad, ni la exigencia, que siempre se han
manejado.,
Docentes. Conferencias con
secciones previamente grabadas, tomando en cuenta el tiempo, para no
someter al alumnos a conferencias extensas, a través de zoom u otras, lo que
permite la posibilidad de formar grupos de trabajo.
NUEVAS POSIBILIDADES DE FORMAS Y ALTERNATIVAS.
No todo es perdido, son experiencias, aprendizajes desde el
punto de vista profesional y humano. Y que tiene que dejar huella, pues ya no
se volverá a la misma forma en que se venía trabajando. Se Extraña, mucho, es
el contacto y la vida universitaria. Que no perdamos de vista que tenemos que
seguir con esta transformación, hacer que la enseñanza sea mucho más activa,
más personalizada, mucho más aplicable a la vida futura de nuestros egresados,
que les estemos dando toda clase de estrategias para insertarse en la vida
laboral de manera muy efectiva, un aprendizaje para todos nosotros.
Dra. Maria Auxiliadora Colmenarez.